Repasando la cuenta de resultados de estos últimos taitantos años, he descubierto que es positiva y llena de regalos en forma de hombres y mujeres maravillosos que la casualidad, el destino, o vaya ud a saber, han tenido a bien cruzarse en mi camino, y siempre están ahí, siempre.
Nací niña, tras la muerte de otra hija, y eso ha marcado toda mi infancia. Por una parte tenía la alegría incontenible de ser considerada un regalo de Dios por un sector, y por otro, el ser fuente de temor, no estar a la altura, (porque ya se sabe que los muertos siempre han sido perfectos). Yo quise ver lo segundo y no lo primero, y así me fué. Ahora lamento haber gruñido a los primeros y no haber amado a los segundos, pero es tarde para eso. Pero sí llego a tiempo para reconciliarme con unos y perdonar otros, y perdonarme yo también por haber estado ciega.
Tengo (noto) el calor, cariño y admiración de mi familia y amigos, y ya no pienso como Grouxo Marx, "que no quiero estar en un club que acepten gente como yo", no tienen defectos por quererme. Me hacen sentir bien, les quiero y quiero su compañía, la necesito. Noto la consideración y respeto de mis clientes, porque sé que soy buena profesional, porque aunque pueda equivocarme, y aún con eso, sé reparar daños y reconocer errores, y eso no me debilita, me hace fuerte.
"No hay que pedir peras al olmo" eso dice mi amiga Pepa, lista como la que más, y a la que adoro.
Y en una frase consigue resumir la historia de mis desgracias, de mis frustraciones y de muchos de mis dolores.
La vida me regala amigos como Dani, David, Fer, Luis..... amigas como EVA, Tere, Marí, MJosé, Julia..... (la lista es asombrosamente larga, (también tengo a EVA)¿quien dijo que los buenos amigos pueden contarse con los dedos de una mano? un"listo" amargado!) que me miman, me cuidan, me llaman, se interesan en saber como estoy, rien y lloran conmigo...y a cambio... de nada. Porque me quieren, porque les quiero. Y yo sigo ciega, amarrándome de olmo en olmo, esperando unas peras que nunca habrá porque no puede haberlas.
Soy afortunda porque cuando la neurona, o la hormona, le da un vuelco a mi corazón y me hace ver las bondades y no los inconvenientes de las personas, el universo, o el angel de la guarda, o Dios, o los Dioses nórdicos, como diría Covi, me lanzan una evidencia con un letrero luminoso y parpadeante que empieza diciendo "Tu ves imbécil como......" aunque en ocasiones no quiera verlo, y siga agitando al Olmo, amargándo su vida y la mía, porque "es lo que hay".
No es bueno intentar controlarlo todo, cuando hay cosas que no dependen de mi voluntad férrea, ni de mi constancia, ni siquiera de mi amor..... van por libre, son diferentes, ni mejores ni peores, sólo que vibran en otra frecuencia que no es la mía, y debiera reconocerlo y dejar de ponerme en jarras ante la vida, que soy bravucona, pero para estas lides eso resulta inútil.
Me envaino por tanto el amor, lo guardo, tiempo habrá de desempolvarlo si procede, o no, que ahora ya también me da igual, que solita estoy bien, y no me aburro conmigo misma, pero lo que suceda, si ha de suceder, será porque será, porque yo me voy a dedicar a mecerme por el cariño de los míos, si ha de venir, vendrá por añadidura, como ha venido el resto de gente maravillosa que me rodea, y no por hacer prospecciones petrolíferas en corazones ajenos a costa de adelgazar el mío para que quepa en rendijas estrechas buscando unas peras que nunca estuvieron.
Esto en lo afectivo.
Con la familia, suegros, etc. lo mismo pero en spray.... no se puede cambiar a la gente, cuanto antes lo entienda antes dejaré los ataques de rabia e impotencia.
Esto en lo afectivo.
Con la familia, suegros, etc. lo mismo pero en spray.... no se puede cambiar a la gente, cuanto antes lo entienda antes dejaré los ataques de rabia e impotencia.
PD: A pesar del vómito, estoy feliz, sólo que tenía que sacarlo, un par de días, hasta que lo borre por pudor, o porque me aburre leerme tan densa.